jueves, 18 de septiembre de 2008

Criterios para el remplazo del rebaño

Fuente: Universidad de Illinois

Las lechonas que se vayan a usar como remplazos en el rebaño deben satisfacer los siguientes criterios:

(1) Seleccione lechonas que no tengan ningún defecto hereditario, o que pertenezcan a líneas que no tengan defectos hereditarios en su historial.

(2) Que tengan doce o más tetas prominentes o que pertenezcan a líneas que hayan demostrado ser buenas lecheras.

(3) Que pertenezcan a líneas o familias de alta rata de fertilidad, notables por sus grandes camadas y su temprana madurez sexual.

(4) Que tengan una estructura corporal grande y correcta, con huesos de calidad, patas fuertes y buen aplomo.

(5) Animales sanos descendientes de cerdas sanas y buenas productoras.

(6) Las lechonas deben indicar que tienen una rápida rata de ganancia y buena eficiencia alimenticia.

(7) Magras, con buena musculatura

(8) Siempre que sea posible, utilice los registros de sus compañeros de camada y sus padres.Se debe dar a las lechonas una ración balanceada que pueda satisfacer su potencial genético cuando llegue la época reproductiva con un peso aproximado de 100 y 130 kilos, sin ser excesivamente gordas (6 a 8 meses).

Insemine a las lechonas en su segundo o tercer celo (6 a 8 meses). Se deben inseminar el primer día de observado el celo y, si es posible, inseminarlas de nuevo de 12 a 24 horas más tarde.

(1) En un rebaño comercial se puede usar doble servicio (es mejor usar dos verracos diferentes). En algunas investigaciones se ha visto un aumento en las camadas de aproximadamente 1 a 1,5 lechones/camada cuando se sigue la práctica de un segundo servicio de 12 a 24 horas después del primero.

(2) En un rebaño puro, use el mismo verraco en el segundo servicio.

(3) Se puede servir a las cerdas en el celo siguiente al destete si se desteta a los lechones a las dos semanas, o más, y la cerda no está muy flaca.

(4) Los machos deben tener aproximadamente de 7 a 8 meses de edad antes de ser usados como reproductores en el rebaño. Se considera maduro a un macho a partir de los 15 meses.
Se recomienda mantener a los verracos en condición corporal delgada y ágil para que puedan servir tanto a las lechonas como a las cerdas maduras. El peso de los machos se controla con la cantidad de alimento que se les da. En algunos casos, éste puede variar entre 1 y 3 kilos por día.

Competimos o no sobrevivimos

Dr. Ricardo Vegas - Jefe de Productos Area Aves y Cerdos Swiss Agro, C.A. Telf: (0212) 238.6076 / 238.5223
En la actualidad, el mercadoavícola mundial se encuentra en franco proceso de crecimiento,debido al desarrollo tecnológico aplicado a la producción y la expansión del consumo por la amplia aceptación del ave como alimento sano y económico.
En todos los países donde la industria avícola forma parte del circuito agroalimentario de manera relevante, se están creando mecanismos de adaptación a la nueva situación mundial, donde las restricciones y medidas sanitarias son determinantes para lograr la sobrevivencia en el mercado. Cumplir o no con alguna disposición te coloca dentro o fuera del sistema. No hay alternativa: Cumplir con las normativas que se exige o no habrá acceso a mercados de exportación y, lo que es peor la presión productiva externa, amparada en el mercado globalizado, provocará la pérdida hasta del mercado interno.
En Europa están en vigencia fuertes restricciones al uso indiscriminado de antibióticos como promotores de crecimiento en todas las especies de consumo humano. Esto establece que sólo aquellos productos con real garantía de estar libres de residuos químicos y antibióticos son puestos a la disposición del consumidor. Hasta los grupos ecologistas han logrado establecer una matriz de consumo de productos animales “naturales” como la de huevos provenientes de gallinas no enjauladas. Estas restricciones sobre los antibióticos son cumplidas en países como México y Brasil en sus productos de exportación. Drogas como los nitrofuranos han sido excluidas de la cotidianidad terapéutica para salvaguardar la salud pública en algunos países del área.
En Venezuela, la restricción sobre nitrofuranos está vigente y mientras no se haga cumplir, tal como sucede actualmente, no sólo nos pone al margen de muchos mercados de exportación, sino que le hacemos un mal favor a los que esperan de los productos avícolas una fuente alimenticia segura.
Parece mentira que con el nivel técnico que ostenta nuestra industria, no haya logrado ponerse a tono con una medida sanitaria, si se quiere elemental, como lo es la eliminación de drogas como éstas. El argumento esgrimido por los defensores de esta vieja práctica terapéutica es la efectividad de los nitrofuranos frente a muchos problemas, además de sus bajos costos, pero no existe ninguna referencia en el mundo donde la exclusión o sustitución de dichas drogas en la terapéutica animal causen algún tipo de pérdida irreparable al sistema de producción. Todo lo contrario, al no tener este tipo de arma nos obliga a redoblar los esfuerzos en manejo y prevención que al final redundará en beneficios por ahora insospechados.
Otras de las medidas restrictivas con las que se enfrentan las industrias como la nuestra para alcanzar al mercado de exportación, son las que se enfocan en lograr una reducción significativa de enfermedades que tienen origen en los productos alimenticios como los avícolas. Las medidas están orientadas a disminuir la contaminación con bacterias patógenas como la salmonela y el campilobacter. En países como EEUU se dirigen los esfuerzos a evitar la contaminación en las salas de matanzas y en prevenir la contaminación en las granjas avícolas, para ello se han establecido cronogramas de trabajo para que a mediano plazo se cumplan una serie de parámetros establecidos en programas concretos con la única finalidad de proveer al consumidor alimentos seguros. Mercados naturales para la industria avícola venezolana como es el área del caribe, seguramente se colocarán en orden con estas restricciones. Muchas son las acciones que tendremos que implementar para alcanzar estos niveles competitivos, sólo nos toca comenzar.
Hasta ahora las barreras sanitarias han evitado que productos avícolas entren a nuestro país previniendo un eminente colapso, pero cada día estamos más cerca de entrar a convenios internacionales donde se abrirán mecanismos tendientes a crear mercados globales y regionales, éstas y otras barreras no existirán. Cuando lleguen esos momentos debemos estar listos para evitar la inundación de productos avícolas americanos, brasileños, entre otros y, además, competir en precio y calidad por el mercado del caribe. Definitivamente hay que trabajar en esa dirección con prisa y sin pausa.

Transformando el galpón tradicional en ambiente controlado

Celular: 0414 494.4809 Email: antoniopacino@cantv.net

Agropecuaria Rosalinda, es una granja avícola con capacidad para aproximadamente 260.000 pollos de engorde, así como también 3.000 cerdos. En esta unidad de producción ubicada en la zona Industrial Los Tanques, sector Chaguaramas de Villa de Cura lo más resaltante, aparte de las dimensiones de los galpones es que uno de ellos es con ambiente controlado. En total tienen seis galpones con tres sistemas diferentes: 4 galpones con comederos y bebederos manuales, de 300 metros cada uno con capacidad para 35.000 pollos. Un quinto galpón con comederos automáticos de Chore Time y bebederos de niple para 50.000 aves y el sexto galpón, que mide 412 metros de largo, con ambiente controlado y capacidad para 80.000 pollos pero como es el primer lote en este momento sólo tiene 70.000 aves para probar como funciona el sistema, con comederos automáticos y bebederos de niple marca Alaso y el sistema de ventilación de CoolAir.
Para obtener una información más detallada de esta granja, entrevistamos a los señores Giuseppe Pacino y Antonio Pacino, quienes junto con el señor Vicente Arianna y la viuda del señor Pietro Bellafiore, que en paz descanse, son los socios propietarios.
- ¿Por qué construyeron estos galpones tan grandes?
Quisimos aprovechar el terreno, o sea hacer los galpones de lindero a lindero y de esa manera utilizar al máximo la topografía del terreno. Empezamos con dos galpones para 60.000 pollos y como los resultados han sido muy buenos, no se han presentado inconvenientes sanitarios de ningún tipo ya que todos los pollos tienen la misma edad, hemos seguido con esta filosofía de hacer los galpones basándonos siempre en la topografía. Como el terreno en la parte alta se fue alargando más seguimos utilizando el concepto y fuimos creciendo, hasta llegar a este galpón gigantesco de 412 metros de largo con ambiente controlado, que tiene una separación central de 4 metros donde ponemos todos los implementos, luego se divide en cuatro secciones de 102 metros cada una totalmente independientes, de modo que si queremos cargar pollo antes de tiempo podemos hacerlo tranquilamente sin interrumpir las otras divisiones, o sea que se ve un galpón grande pero son cuatro galpones pequeños, sanitariamente independientes unos de otros.
Inicialmente este galpón de 412 metros de largo estaba diseñado para funcionar como un galpón normal, pero cuando estabamos a mitad de construcción y ya teníamos el techo listo (a finales de mayo), se presentaron altas temperaturas en el centro del país y en un día la mortalidad alcanzó proporciones muy grandes, teníamos pollos de 41 días de edad y se nos murieron alrededor de 4.000, ésto nos hizo reflexionar a mi hermano y a mí en cómo podíamos transformar el galpón en construcción en ambiente controlado sin tocarlo. Nos tomó 15 días pensando y sin dormir hasta que llegamos a esta idea de doble techo utilizando un manto de aluminio con centro de poliuretano que viene de Costa Rica, dando como resultado el galpón que tenemos actualmente, bastante aerodinámico y eficiente. Tiene el techo principal más un techo abajo en forma de semiluna. La idea del techo curvo, en forma de semiluna la tomamos de algunos artículos aparecidos en la revista Venezuela Avícola sobre la eficiencia de los túneles con techo en semiluna y por ello decidimos hacerlo así.
La separación entre el techo principal y el segundo techo es de aproximadamente un metro en los laterales y un metro veinte centímetros en la parte más alta lo que crea una cámara de aire que permite que el sistema sea mucho más eficiente porque el calor no llega completo al segundo techo que es el de manto de aluminio. Este manto es muy flexible, son rollos de 1,20 mts de ancho, del espesor y largo que uno requiera, son dos hojas de aluminio muy delgadas y en el centro tiene poliuretano expandido con nitrógeno que ayuda mucho más a la eficiencia del sistema, es lavable, impermeable, no tiene problemas con el agua, ni con insectos u otros animales, ni con los desinfectantes.
El manto está sostenido por unos tubos cuadrados colocados cada 4 metros con las correas correspondientes de punta a punta, es tubo 1 x 1 muy económico, es una estructura que no está soportando el sistema de comederos y de bebederos, es solamente para darle forma al manto, el sistema lo soporta la estructura principal de vigas y planchas de aluminio.
Las ventajas con este sistema las observamos en los días de mucho calor, en los galpones tradicionales registramos unas temperaturas de 38°C y mientras que en este galpón llegan a 30°, es un gran aislante, como es un R14 y 5 cm de poliuretano inyectado es R5 que resulta casi el triple de lo que pueda aislar una pulgada de poliuretano inyectado. Además, este manto no se despega con el tiempo, es lavable y nos parece que puede dar muy buenos resultados, lo que tenemos es que esperar para ver la durabilidad, pero pensamos que va a hacer el mismo trabajo con la ventaja de que es más manejable porque el poliuretano no lo puedes tocar, es inflamable, mientras que a este no le pasa nada con el fuego, ya que está protegido con el aluminio. Otra ventaja es que este material tiene un costo de 2,5 dólares/m2 aproximadamente, mientras que el poliuretano cuesta 7 dólares.
- Este lote que es el primero ¿qué edad tiene?
Tiene 22 días y hemos notado ya diferencias en el ahorro del gas cercano al 50%, y otra es la uniformidad del pollito, el lote es mucho más parejo, menos descartes y eso lo hemos logrado gracias a la temperatura adecuada, la diferencia de temperatura entre la noche y el día ha sido de 3°C, la máxima ha estado entre 31 y 32°C y la mínima entre 28 y 29°C. Cuando logramos esta temperatura entre las 4 a 5 de la mañana donde la temperatura exterior llega a 16 ó 20°C y dentro del galpón está a 28 y 29°C el pollito expresa el máximo de su potencial y se ve más uniforme y hay mucho menos descarte.
Nos hemos dado cuenta de que hay migración de los animales hacia las partes más frías del galpón, para evitar esto hicimos unas divisiones a lo ancho del galpón, ahora, para el próximo lote vamos a dividir el galpón a lo largo y distribuiremos las criadoras en todo el galpón, para hacer la recepción de las aves en cada cerco y no moverlos más y, segundo, aparte de que los pollos llegan sexados, entonces colocaremos los machos en la parte más fría del galpón y las hembras en la parte menos frías, ya que hay una diferencia de por lo menos 2° entre la parte más fría que es donde están los páneles y la menos fría donde están los extractores, de esta manera tendremos los pollos mejor distribuidos dentro de todo el galpón, en forma uniforme y así llega hasta la salida a matadero y se limita la migración.
-¿Cuánto fue el costo adicional para convertir el galpón que ya estaba casi listo en un galpón de ambiente controlado?
El costo adicional fue de un 60%, pero antes se podían criar unas 10 aves/m2 y ahora se pueden tener 15 a 16 aves/m2. Los pollos que se van a colocar de más en el galpón, en proporción con los que podían criar anteriormente, nos va a permitir disminuir los costos por ave/m2 con este sistema. De modo que, luego de esta experiencia vamos a evaluar los resultados de este galpón para ver si vale la pena modificar los otros y convertirlos a ambiente controlado.
-¿Cuál es en realidad el costo de construcción de este galpón con una densidad de 14,5 aves/m2?
Es de aproximadamente 2.185 Bs/pollo a razón de 14,5 aves/m2, incluyendo todos los equipos, sin terraza ni planta eléctrica. Si logramos criar 16 pollos/m2 el costo se reduce por supuesto. Mira nosotros el año pasado construimos un galpón en otra granja con comederos y bebederos manuales para 10 pollos/m2 y costó 2.100 Bs/pollo, éste es un poquito más caro pero tiene todas las ventajas y además se reduce la mano de obra porque se pueden manejar 70.000 a 100.000 con un solo obrero mientras que en un galpón tradicional tienes 20.000 pollos por obrero.
En cuanto a los proyectos futuros, pensamos modificar el galpón No. 5 con ambiente controlado siempre y cuando la situación del país y del mundo avícola mejore un poquitico, yo pienso que los precios no van a subir mucho por eso tenemos que ser más eficientes, bajar las conversiones, tratar de que la mortalidad sea lo más baja posible para que se pueda incrementar el rendimiento y la eficiencia para todos.
Nuestra economía se ha mermado un poco con la construcción de este nuevo galpón, nuestra forma de trabajo es diferente, no estamos integrados aunque estamos con el matadero Vito total y plenamente, estamos muy contentos los socios, el señor Vicente Arianna y el señor Pietro Bellafiore (QEPD), que son dos personas a las que tenemos bastante que agradecer porque nos han enseñado mucho en este mundo avícola y que se merecen todo nuestro aprecio y reconocimiento, también a nuestro padre, que ya no está más, por la educación y el respeto a las personas que nos enseñó.
Nuestra idea es ir, para enero o febrero, cambiando, todo depende de la situación del país, del consumo de carne per cápita. Yo estoy casi seguro que de aquí a cinco años toda granja que se construya en Venezuela o que quiera mejorar debe ir a ambiente controlado, definitivamente los costos han subido demasiado, las ganancias han bajado bastante por lo que tenemos que ser mucho más eficientes para poder estar en el mercado.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Adaptación digestiva del lechón recién destetado

Grupo de Investigación en Nutrición, Manejo y Bienestar Animal.
Universitat Autònoma de Barcelona. España.

JoseFrancisco.Perez@uab.cat


La producción porcina moderna se caracteriza por realizar el destete del lechón de manera muy temprana, habitualmente entre la 3ª y 4ª semana de vida. Con ello se pretende reducir el riesgo de transmisión de infecciones de la madre al lechón y economizar el coste de las instalaciones. Sin embargo, en un periodo tan temprano, el destete representa un desafío extraordinario para el animal inmaduro. La separación brusca de la madre, el transporte y el cambio en las condiciones ambientales son factores que inciden sobre el estrés de los lechones. El destete también representa un enorme cambio en la composición del alimento. Las principales modificaciones en comparación con la leche materna son el menor contenido en agua del pienso (el lechón ha de aprender a beber agua para saciar su sed), la presencia de ingredientes de origen vegetal más difíciles de digerir (almidón, polisacáridos no amiláceos y proteínas vegetales) y la menor presencia de grasa y lactosa.

El conjunto de estos acontecimientos contribuye a que los animales reduzcan su consumo de alimento, y presenten un periodo variable de anorexia durante los primeros días tras el destete. Tres días tras el destete, el reducido consumo enlentece el vaciado gástrico y el tránsito digestivo en intestino delgado. El reducido aporte de nutrientes en el tubo digestivo produce también un descenso en la altura de las vellosidades y la actividad de los enzimas que termina comprometiendo la digestión de la ración. El riesgo de sufrir patologías digestivas se incrementa, fundamentalmente en un periodo en el que la concentración plasmática de inmunoglobulinas procedentes del calostro es ya muy reducida.

La estrategia adoptada en la prevención de las patologías digestivas generalmente ha conllevado la incorporación de antimicrobianos en el pienso, entre ellos los antibióticos y el óxido de cinc. Sin embargo, la presión social y legislativa encaminada a limitar su uso es cada vez mayor, por lo que resulta recomendable ir pensando en optimizar en el lechón sus procesos digestivos y mecanismos de autodefensa.

Se considera prioritario tras el destete facilitar el inicio al consumo de alimento mediante la oferta previa de creep-feeding y la incorporación en los piensos prestarter de ingredientes de elevada apetecibilidad y digestibilidad (ej: los ingredientes lácteos y otros concentrados proteicos de origen animal). Existen diferencias notables en la apetecibilidad de los cereales; siendo el maíz o la avena cereales menos apetecibles que el arroz o avena descascarillada. En este periodo es importante también considerar el fácil acceso a tolvas y bebederos, y la adecuada temperatura ambiental.

El contacto directo con la cerda durante la lactación tiene un prolongado impacto sobre la microbiota del cerdo en crecimiento. Sin embargo, la incorporación progresiva en el pienso de nuevos ingredientes de origen vegetal determinará la colonización en el intestino de nuevas especies microbianas, la generación de nuevos ambientes digestivos, y lo que es más importante, un reto añadido para el sistema inmunitario del animal. El diseño de una ración adecuada para el lechón habrá de facilitar la digestión y proporcionar las condiciones ambientales del tracto digestivo que mantengan el equilibrio entre el hospedador y sus microorganismos (Figura 1).

Figura 1- Representación esquemática del ecosistema intestinal, llamado "Salud Intestinal" (cada elemento interacciona con los otros para mantener el equilibrio funcional del aparato digestivo).

La mayor presencia de polisacáridos no amiláceos (PNA) solubles y viscosos en algunos cereales de invierno, como la cebada, puede determinar variaciones en la viscosidad digestiva. El incremento en la viscosidad de los contenidos digestivos se considera un factor desencadenante en la proliferación de Escherichia coli en el intestino delgado y de Brachyspira en el intestino grueso. Un mecanismo sugerido es que la ralentización producida en la digesta viscosa que recubre el epitelio intestinal puede retener en su matriz sustratos y una creciente población de bacterias potencialmente patógenas. Reducir la viscosidad digestiva se considera positivo para reducir la incidencia de patologías digestivas.

Por el contrario, la presencia en la ración de otros PNA insolubles, almidón resistente o lactosa contribuye a facilitar el transito digestivo, y mediante su fermentación permite reducir la fermentación de proteína; incrementando la concentración de ácidos grasos volátiles y reduciendo el número de enterobacterias en la digesta.

. Los lechones recién destetados son especialmente sensibles a la proteína de la ración. En las primeras edades es habitual la incorporación de harina de pescado de buena calidad, plasma porcino o hidrolizados de mucosa intestinal. A ellos se les atribuye el mejorar la apetecibilidad, ser fácilmente digestibles, poseer un alto valor biológico, y proporcionar algún tipo de protección sanitaria que les hace destacar fundamentalmente en las condiciones animales menos saludables. Progresivamente se incorporan otras proteína de origen vegetal, fundamentalmente procedentes de la soja. Sin embargo, su incorporación temprana puede provocar reacciones inflamatorias locales que comprometen todavía más la integridad de la mucosa.

La bibliografía presenta una amplia información sobre la interacción entre los ingredientes del pienso y la adaptación de los lechones al destete, su estado de salud y rendimiento productivo. Con frecuencia la respuesta depende del estado sanitario de los animales. En términos generales, es posible utilizar los piensos más digestibles y concentrados en energía y proteína en aquellas granjas de elevada sanidad; mientras que, cuando la seguridad prima sobre la productividad conviene utilizar niveles altos de fibra y menores concentraciones de energía y proteína en el pienso (Fedna, 2006).


martes, 9 de septiembre de 2008

Alimentación y reproducción en vacas lecheras


Autores: M.V. Andrés L. Martínez Marín y M.V> Juan F. Sánchez Cárdenas.

En los últimos años hemos asistido a una creciente producción por vaca y año debido a las mejoras conseguidas en la formulación de las raciones, en el manejo de la alimentación y en la calidad genética de los rebaños. Por desgracia, estos avances se han visto parcialmente eclipsados por un descenso en los parámetros reproductivos. Dejando a un lado los problemas propiamente reproductivos y ambientales (patologías asociadas, tasa de detección de celos, capacidad del inseminador y calidad del semen usado, estrés por calor, etc.), esta exposición se centra en aquellos aspectos de la nutrición de las vacas que pueden influir positiva o negativamente en la reproducción a la luz de los más recientes descubrimientos.

Nutrientes que afectan a la reproducción


Los nutrientes, componentes básicos de los alimentos, que afectan directa o indirectamente a la capacidad reproductiva son a grandes rasgos: energía, grasa, proteína, vitaminas y minerales. Las vías por las cuales los nutrientes se relacionan con reproducción son:

  • Metabólica: aportando precursores o intermediarios necesarios (ej. grasa-->progesterona).
  • Hormonal: estimulando los mecanismos hormonales a diferentes niveles (ej. energía-->gonadotropinas).

Ambas vías están estrechamente unidas y a través de ellas la alimentación puede ejercer su influencia positiva o negativa en los resultados reproductivos.

Energía

La energía es el nutriente más limitante al comienzo de la lactación. La ingestión de energía no compensa las necesidades de mantenimiento y de producción durante las primeras semanas de lactación debido a la alta demanda energética para producción de leche y a la limitada capacidad de consumo de alimentos. En consecuencia, las vacas movilizan sus reservas corporales de energía (grasa y proteína en menor medida) para minimizar el déficit.


En estas circunstancias se dice que las vacas se hallan en balance energético negativo y la principal señal del mismo es la pérdida de condición corporal. El tiempo que los animales pasan en balance energético negativo variará en función de la velocidad con que se incremente el consumo de alimentos en las semanas posteriores al parto. Dicho incremento depende de factores tales como: alimentación recibida durante el período de secado, patologías sufridas en el periparto, calidad de la ración, etc.


Se ha comprobado que la capacidad de ingestión durante el posparto está más correlacionada con la pérdida de condición corporal que la producción de leche; es más, las vacas que consumen más sustancia seca durante las primeras seis semanas de lactación son las que producen más leche y pierden menos condición corporal.


Con todo lo anteriormente expuesto se ha querido señalar la importancia de balance energético ya que la duración del mismo es el principal factor que determina el retorno de los ovarios a su función normal tras el parto.


Se calcula que la ovulación se retrasa 2,75 días por cada 1 Mcal de balance energético negativo de media durante los primeros 20 días posparto. El momento en que ocurre la primera ovulación determina el número de ciclos estrales para unos determinados días abiertos. Por tanto, cuanto más temprano en el posparto ocurra la primera ovulación, habrá mayor número de ciclos y mayores posibilidades de conseguir que la vaca se quede preñada dentro de ese período.


Son las vacas de peor recuperación del consumo o mayor balance energético negativo las que tienen mayor número de días abiertos. Debido a que el coste energético requerido para el crecimiento folicular, fertilización del óvulo e implantación del embrión es ínfimo comparado con las necesidades de producción de leche y mantenimiento del organismo, se deduce que el problema no es una falta de energía para los gastos reproductivos sino más bien que el estado energético repercutirá en la concentración de metabolitos y en la concentración y actividad de las hormonas metabólicas y reproductivas.


En conclusión, para reducir los problemas reproductivos asociados al balance energético negativo, los objetivos serán:

  1. Reducir el riesgo de trastornos peripuerperales.
  2. Maximizar la ingesta de sustancia seca y energía.

Para conseguirlo deberemos:


a) Cuidar la alimentación de las vacas durante el período de secado.
b) Distribuir raciones de alta calidad a libre disposición o más de cuatro veces por día para el grupo de las recién paridas.


Grasa


Cuando el nivel de concentrados en la ración alcanza un límite por carbohidratos no fibrosos y/o almidones, pueden utilizarse grasas para aumentar la concentración energética de la ración.


La capacidad de absorción intestinal de ácidos grasos en los rumiantes es lineal hasta 1.200 gr/día, lo que representa entre un 4 y un 5% de la ingesta de materia seca. Normalmente, las raciones no suplementadas contienen un 1-2% de grasa. Por tanto, las posibilidades de concentrar la ración usando grasas, sin que se afecte la eficiencia de su utilización, son amplias.


Los efectos comprobados de las grasas en la reproducción son contradictorios:

  • Aumento o disminución de la tasa de concepción a 1ª inseminación.
  • Aumento o disminución de la intensidad del celo.
  • Igual número de días abiertos en raciones con y sin suplemento graso.

Más allá de los 150 días de lactación no se observan diferencias entre raciones con y sin grasa suplementaria.


Los diferentes resultados reproductivos obtenidos en diversas pruebas experimentales con el uso de grasa suplementaria se achacan a la presentación de la grasa utilizada (jabón, prill, semillas oleaginosas, etc.) y al efecto particular de su composición en ácidos grasos saturados e insaturados. Para comprender estos efectos hay que conocer las rutas por las cuales la grasa afecta la función reproductiva:

  • Balance energético. Aunque las grasas aumentan la concentración energética de la ración ejercen un efecto depresor sobre la ingesta de materia seca (a nivel intestinal). Esto unido al aumento simultáneo de la producción lechera contrarresta cualquier efecto sobre el balance energético y la condición corporal, al menos durante las 3 primeras semanas posparto. Por tanto, hay que concluir que durante las primeras semanas de lactación las grasas ejercerán su efecto sobre la función reproductiva por otras vías independientes del balance energético.
  • Producción de hormonas esteroideas y otras sustancias. El efecto de las grasas sobre la producción de hormonas y otros mediadores bioquímicos justifica muchos de los efectos observados sobre la reproducción.

Al aumentar el consumo de grasa, se incrementa la concentración de progesterona en sangre, probablemente debido más a un efecto secundario por reducción de la síntesis de prostaglandina PG-2a que por aumento de los precursores derivados del colesterol.


No existe suficiente evidencia de un efecto directo de la grasa sobre la secreción de gonadotropinas. Sin embargo se cree que ejercen su efecto a través de la concentración plasmática de insulina (potente estimulante de los folículos ováricos).


Tras su consumo, la grasa reduce la concentración de insulina en sangre, esto provoca lipolisis y aumento del aporte de ácidos grasos endógenos a la ubre. El subsecuente ahorro de glucosa para síntesis de grasa láctea (en el ciclo de las pentosas fosfato) aumentará la glucosa disponible para otros tejidos y estimulará la producción de insulina que será la señal para la liberación de LH.


En los días inmediatamente posteriores al parto se detectan elevadas concentraciones en plasma de metabolitos de las prostaglandinas, lo que se asocia con la regresión del cuerpo lúteo de gestación y la involución de los tejidos uterinos; en 2 semanas los niveles retornan a la normalidad para variar cíclicamente de acuerdo con el ciclo estral.


Las grasas ejercen un efecto sobre la síntesis de prostaglandinas diferente según su contenido en ácidos grasos insaturados. Dichos ácidos grasos pueden servir como precursores o inhibidores de la síntesis de prostaglandinas, dependiendo de la concentración de cada ácido graso, en particular en los tejidos donde se sintetizan aquellas.


Los niveles de estrógenos son inferiores en vacas que reciben raciones con grasa suplementaria. Bajas concentraciones de estrógenos reducen la sensibilidad del cuerpo lúteo a la PG-2a, y se asocian con una reducción de la tasa de muerte embrionaria temprana.


El sistema IGF está compuesto por los "factores de crecimiento similares a insulina", el "receptor IGF-1R" y las "proteínas fijadoras de IGF". El sistema IGF interviene en la regulación de la producción lechera y en la actividad del tracto reproductor. Se postula que algunos de los efectos de las grasas sobre la reproducción se deben a efectos indirectos sobre el sistema IGF, a través de variaciones en el estado nutricional.


En resumen, se cree que las grasas afectan a la reproducción en los estadios iniciales de la gestación (hasta la implantación) por estimulación del cuerpo lúteo y aumento de la viabilidad embrionaria. El efecto sobre el cuerpo lúteo y el embrión podría ocurrir al menos por 3 vías:

  • Aumento de la secreción de LH como respuesta a la mayor glucosa disponible.
  • Inhibición de la síntesis de PG-2a (ácidos grasos insaturados) y estrógenos y aumento de los niveles de progesterona.
  • Estímulo del desarrollo embrionario y la producción de la "proteína trofoblástica bovina" (bTP-1) por mayor actividad del sistema IGF.


Proteína


Cada vez parece más demostrado que las raciones ricas en proteína, formuladas para una mayor producción lechera, se correlacionan negativamente con los parámetros reproductivos.


Los mecanismos por los cuales la proteína afectaría negativamente la reproducción son varios:

  • Eje ovario-hipófisis. Se ha hipotetizado que la concentración de LH, y por tanto de progesterona, podrían verse afectadas por elevados niveles de proteína en la ración. Sin embargo, vacas alimentadas con raciones de 16 a 19% de proteína bruta tiene similares concentraciones de LH. Si la ración tiene menos del 13% de proteína bruta, los niveles de progesterona sí son mayores. La principal relación de un exceso de proteína bruta con la concentración de progesterona sería a través de una exacerbación del balance energético negativo en vacas al comienzo de la lactación, por el gasto de precursores de la glucosa y el consumo energético extra que supone transformar el amoniaco en urea (este hecho sólo se relaciona con la proteína degradable). Esto ocasionaría reducción del balance energético y de la glucemia, lo que sería captado por la hipófisis como una señal negativa para la liberación de LH.
  • Ambiente uterino. El amoniaco plasmático se relaciona poco o nada con la fertilidad; dado que el amoniaco proviene de la proteína degradable y, sin embargo, tanto la proteína degradable como la proteína no degradable en exceso alteran el pH uterino en similar medida, hay que suponer que el mediador común de ambos es la urea. Además la urea en sangre varía inversamente con el pH uterino. Durante la fase luteal pero no en el estro, raciones con el 23% de proteína bruta alteran las concentraciones de minerales y urea en las secreciones uterinas. La mortalidad embrionaria precoz (antes del día 7) se asocia significativamente con un pH uterino reducido y menores concentraciones de magnesio, potasio y fósforo en el ambiente uterino. Las vacas con altos niveles de urea en leche tienden a ser repetidoras cíclicas con bajos niveles de progesterona el día 21 posinseminación, este hecho podría deberse a un aumento de la producción de PG-2a que comprometería la viabilidad del cuerpo lúteo.
  • Efectos directos en el embrión. Un exceso de proteína tal que reduzca los niveles de progesterona y de bTP-1 podría ocasionar mortalidad embrionaria en torno al día 17 posinseminación debido a la pérdida del efecto protector de ambos compuestos frente a la respuesta inmunitaria de la madre.


En resumen, el exceso de proteína afecta negativamente la función reproductiva bien empeorando el balance energético, bien afectando la supervivencia del embrión directa o indirectamente.


Vitaminas y minerales


En ocasiones, los aportes extras de vitaminas y minerales han mejorado los parámetros reproductivos. Los más estudiados son:

  • Vitamina A y beta-caroteno. La deficiencia de vitamina A y beta-caroteno se relaciona con aumento del número de abortos, retenciones placentarias y nacimiento de terneros débiles o muertos. A largo plazo ocurre daño en la hipófisis y ovarios.No se sabe con certeza si el efecto del beta-caroteno sobre la reproducción es como precursor de la vitamina A o es por otros mecanismos independientes. La suplementación con beta-caroteno mejora los resultados reproductivos en torno al 50% de las ocasiones.La utilización del beta-caroteno durante más de 90 días posparto en situaciones de estrés por calor podría mejorar los resultados reproductivos al proteger el embrión de la mayor producción de radicales libres que ocurre en dichas circunstancias.
  • Vitamina E y selenio. Además de su papel como antioxidantes en el organismo, la vitamina E y el selenio podrían tener un papel específico en el mantenimiento de la salud reproductiva. Los tejidos reproductivos y las glándulas asociadas a la función reproductiva acumulan selenio. Las vacas suplementadas con vitamina E y selenio tienen mejor tasa de concepción, mejor transporte del esperma por aumento de las contracciones uterinas hacia el oviducto y menor incidencia de patologías como metritis, retención placentaria y quistes ováricos.A veces la aplicación de uno solo de los compuestos mejora la función reproductiva, lo que hace suponer que también existen vías de actuación independientes entre ellos.

Otros minerales. Los minerales que se relacionan en mayor medida con el mantenimiento de la función reproductiva son:

  • Manganeso: vacas alimentadas con raciones deficientes en este mineral tienen celos de menor intensidad, requieren más servicios por concepción y tienen mayor tasa de muerte embrionaria. Su efecto se asocia con la actividad de enzimas antioxidantes.
  • Zinc: es necesario para la activación de los precursores de la vitamina A. También es necesario para la actividad de enzimas antioxidantes.
  • Cobre: al igual que el zinc interviene en la conversión enzimática de los precursores a vitamina A y en la actividad de la enzimas antioxidantes.
  • Yodo: la deficiencia a largo plazo provoca ciclos irregulares, menor tasa de concepción y retención placentaria.

Concluyendo, las vitaminas y minerales ejercen un efecto positivo sobre la reproducción que podría ser debido principalmente a un efecto antioxidante de los sistemas enzimáticos en que participan.


Resumen


Los niveles orgánicos sobre los que los nutrientes ejercen sus efectos en la reproducción son diversos. Los macronutrientes se asocian con alteraciones en el balance energético, aporte de precursores necesarios o exceso de derivados. Las vitaminas y minerales participan en la función reproductiva a un nivel más específico, manteniendo la integridad de los tejidos y su funcionalidad.


En cualquier caso, la nutrición ofrece un camino para la mejora de los problemas reproductivos de numerosas explotaciones donde el avance genético y el aumento de las producciones no ha sido acompañado de mejoras en la calidad nutritiva de las raciones y en el manejo de la alimentación.

Nuevo blog dedicado a la produccion e industria animal!!!

Ante todo reciban una cordial bienvenida a este nuevo blog, el cual fue creado con la finalidad de publicar y debatir informacion acerca del ambito cientifico y empresarial agropecuario en Venezuela. Esperamos que nuestra humilde contribucion pueda llegar a todas esas personas que a diario trabajan arduamente en el campo, y ademas que pueda brindarles herramientas que nos permitan ser mejores productores y profesionales. Muchas Gracias!